Semana Santa con Pueblos Mágicos

Puebla, Pue.- Un paseo por algunos de los Pueblos Mágicos más emblemáticos de Puebla. La Semana Santa, un pretexto para recorrerlos, sentir su alma y, sobre todo a su gente.

 

Mágicos portales de San Pedro Cholula

Puebla, Pue.- Debajo y a un costado de una añeja estructura arquitectónica que carga en sus columnas 448 años de historia se tejen historias, recuerdos y momentos: familias que degustan de comida típica poblana, gente transitando en bicicleta y niños brincando y jugando.

Uno de los emblemas turísticos de San Pedro Cholula es justamente esa larga fila de arcos, 46 para ser exactos, que han acompañado a la mítica ciudad y Pueblo Mágico durante casi cinco siglos y que pareciera que recién fueron construidos para el disfrute visual de los visitantes.

Mágicos portales de San Pedro Cholula

 

La plazuela arbórea de Atlixco

Atlixco, Pue.- Es un lugar pequeño, pero destaca por el conjunto de árboles al centro de la plazuela. Uno al lado de otro brindan un poco de sombra donde por lo regular el sol no da tregua y cae a plomo.

El manto de los cuatro árboles al pie del cerro de San Miguel son una palmadita en la espalda y un sorbo de aire fresco para continuar la subida al histórico lugar del Pueblo Mágico de Atlixco.

La plazuela arbórea de Atlixco

 

Parroquia de Cuetzalan: Raíz del hombre

Cuetzalan, Pue.- La regia estructura se divisa a lo lejos. La piedra que envuelve el centro ceremonial y su elevada torre son la referencia para alcanzar el núcleo de una población que conserva sus raíces indígenas, en una amalgama de tradiciones culturales.

Esa armadura, que en términos técnicos tiene un estilo renacentista con caracteres románicos, es la guía de cualquier visitante para poder adentrarse a uno de los Pueblos Mágicos con mayor carácter y suficiencia: Cuetzalan del Progreso

Parroquia de Cuetzalan: Raíz del hombre

 

Cholula, entre tumbas y rumba

Cholula, Pue.- La rumba de la Sonora Santanera irrumpe por el antiguo portón de madera, acelera entre las bancas de la nave central, asciende en los escalones del presbiterio e impacta poderoso en el sagrario. Ahí, al fondo del Templo de San Gabriel Arcángel, sobre las espesas alas del propio Gabriel, mensajero de Dios, reverberan las trompetas junto a una voz tropical: Una vez nada más / en mi huerto / brilló la esperanza / la esperanza que alumbra el camino / de mi soledad.

Solitarios hay unos cuántos este mediodía de lunes dentro del gran templo de Cholula que los franciscanos fundaron en 1552, apenas tres décadas después de llegar a lo que es hoy es México.

Cholula, entre tumbas y rumba

 

Chignahuapan un lugar de tradiciones

Chignahuapan, Pue.- Hacia donde se mire, Chignahuapan es cautivador. Cada calle, mural, tejado, taco de barbacoa, pan de queso o danza en honor a su santo patrono, Santiago Apóstol, representa un microsmos único e irrepetible en la Sierra Norte de Puebla.

El lugar es famoso, no sólo por su vocación artesana que va desde la esfera hasta el barro, los tejidos y la madera, sino porque al recorrer este Pueblo Mágico, se producen pausas inesperadas, de esas que van acompañadas de asombro y sorpresa a cada paso.

Chignahuapan un lugar de tradiciones

 

Zacapoaxtla, el color del pasado indígena

Zacapoaxtla, Pue.- Al ingresar a esa calle angosta, atiborrada de puestos repletos de quelites, flor de izote, pitayas, frijol tierno, hongos silvestres, manzanas, plátanos y un sinfín de productos del campo, es como adentrarse a un mundo antiguo.

Las mujeres con sus faldas negras de lana y listones multicolores; y los hombres, con su calzón y camisa de manta blanca, deambulan por esos senderos de productos bajados de la sierra para deleite de propios y extraños.

Zacapoaxtla, el color del pasado indígena

 

 

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